1 . CONSTANCIA
Muy a menudo, las personas hacéis propósitos, os comprometéis a algo o con alguien. Yo, tu Ordenador, no soy capaz de nada de esto. Funciono rutinariamente, sin sentido, con terquedad y obstinación, sin capacidad de rectificar. No puedo tomar decisiones por mi mismo. Estamos en lo de siempre. Vosotros sois personas y yo no.
Es maravillosa la capacidad vuestra para hacer propósitos con vistas a mejorar, para adquirir compromisos, para tomar decisiones; pero todo esto quedaría en humo, si no hubiera constancia. Serían destellos fugaces de ese sublime don que es el querer y el entender.
La constancia más elemental es mantenernos firmes en nuestras decisiones. Pero que sea una decisión buena, porque, si es mala, lo razonable es desecharla.
¿Seguimos dando más detalles?
Persona constante es la que pone en práctica todo lo que sea necesario para llevar a cabo lo que ha decidido.
En la constancia hay que distinguir:
- La decisión tomada.
- Los medios para llevarla a cabo.
Es fácil tomar decisiones.
Lo difícil es cumplirlas. Nos cansamos. Surgen dificultades imprevistas. Se nos apaga la primera ilusión. Nos desalientan las metas a largo plazo. Todos estos son los enemigos de la constancia: unos están dentro de nosotros y otros nos acosan desde fuera.
Para empezar a vivir esta virtud, hay que tener en cuenta estas dificultades. No te tienes que sorprender de ellas. Conociéndolas, las podrás combatir mejor. Pero te advierto que vas a tener que echar mano de la fortaleza, de la fuerza de voluntad.
¿Consejos?
* Es muy conveniente que des a conocer tus propósitos a la persona idónea, para que te oriente y aconseje.
* Debes tener muy claro el contenido de tus decisiones, con el fin de que también te sean patentes los medios a poner.
* Has de ver con evidencia que los medios a poner son los adecuados y proporcionados para el éxito que pretendes.
* Para evitar el desaliento, ante la lejanía en el tiempo del objetivo a conseguir, debes marcarte hitos intermedios, metas más cercanas, inmediatas.
* Ante los posibles fallos en la constancia, debes recordarte que te estás traicionando a ti mismo, y debes reflexionar sobre tu dignidad.
* Recuerda con frecuencia los propósitos que has hecho.
Estoy seguro de que no quieres ser veleta que gira a capricho del viento, veleta constantemente inconstante. ¿Verdad que no?
PRUEBA DE COMPRENSIÓN
1.- Los propósitos de mejora pueden quedar en humo sin la:
a) Lealtad.
b) Constancia.
c) Amistad.
2.- La constancia elemental es:
a) Mantenerse en la resolución tomada.
b) Hacer propósitos para mejorar.
c) La capacidad de rectificar.
3.- Lo más fácil es:
a) Cumplir las decisiones.
b) Llevar a cabo los compromisos.
c) Tomar decisiones.
4.- Para vivir la constancia hay que prever:
a) El éxito futuro.
b) Las dificultades personales y externas.
c) Los costes económicos.
5.- Para mejorar en constancia es conveniente:
a) Marcarse metas intermedias.
b) Explicar las decisiones a todos los amigos.
c) No pensar demasiado en los medios.
6.- En la constancia hay que distinguir la decisión tomada y:
a) Los medios para llevarla a cabo.
b) Los compromisos adquiridos.
c) Las decisiones anteriores.
7.- La persona constante es la que:
a) Se compromete a algo.
b) Sabe rectificar.
c) Pone en práctica lo necesario para conseguir lo decidido.
8.- La constancia es una virtud difícil porque:
a) No sabemos comprometernos.
b) Nos cuesta decidirnos.
c) Nos cansamos.
9.- Para ser constante, hay que apoyarse en:
a) La fortaleza.
b) La lealtad.
c) La amistad.
10.- La falta de constancia se compara a:
a) Un viento huracanado.
b) La torre de una iglesia.
c) Una veleta movida por el viento.
martes, 2 de diciembre de 2008
II MODULO : 10 LECTURAS
lunes, 13 de octubre de 2008
"UN BUEY LLAMADO HERMOSO"
En Takkasila,hace muchos siglos nació un tierno becerro.
Fue adquirido por Amir,un hombre rico que lo llamó Hermoso.
Lo atendía adecuadamente y lo alimentaba con lo mejor.
Cuando Hermoso se convirtió en un Buey grande
Apostaron mil monedas de oro y fijaron un día para la prueba.
el mercader amarró cien carros lleno de arena para volverlos más pesados. Cuando comenzó la prueba,
Amir se subió al primero.
No resistió el deseo de darse importancia ante quienes lo veían.
Cuando Hermoso se convirtió en un Buey grande
Me gustaría agradecer su ayuda". Un día le propuso:
-Mi señor,busque a algún ganadero orgulloso de sus animales.
-Mi señor,busque a algún ganadero orgulloso de sus animales.
Dígale que puedo tirar de cien carros cargados al máximo.
Amir aceptó y visitó a un mercader.
Mis bueyes son los más fuertes - comentó éste. No.
El mío puede tirar de cien carros cargados respondió Amir.Mis bueyes son los más fuertes - comentó éste. No.
Apostaron mil monedas de oro y fijaron un día para la prueba.
el mercader amarró cien carros lleno de arena para volverlos más pesados. Cuando comenzó la prueba,
Amir se subió al primero.
No resistió el deseo de darse importancia ante quienes lo veían.
Hizo sonar su látigo y le gritó a Hermoso:
avanza, animal tonto.
Hermoso pensó:" Nunca he hecho nada malo y mi amo me insulta".
avanza, animal tonto.
Hermoso pensó:" Nunca he hecho nada malo y mi amo me insulta".
Permaneció fijo en el lugar y se resistió a tirar.
El mercader rió y pidió el pago de las monedas.
Cuando volvieron a casa Hermoso le preguntó a Amir: ¿Por qué estás tan triste?
Perdí mucho dinero por ti.
Me diste con el látigo. Me llamaste tonto. Dime, ¿en toda mi vida rompí algo?, ó te causé algún perjuicio? preguntó Hermoso.
El mercader rió y pidió el pago de las monedas.
Cuando volvieron a casa Hermoso le preguntó a Amir: ¿Por qué estás tan triste?
Perdí mucho dinero por ti.
Me diste con el látigo. Me llamaste tonto. Dime, ¿en toda mi vida rompí algo?, ó te causé algún perjuicio? preguntó Hermoso.
No respondió el amo.
Entonces ¿Por qué me ofendiste? La culpa no es mía ,sino tuya...Pero como me da pena verte así, acude con el mercader y apuesta de nuevo: Que sea dos mil monedas . Eso sí: usa conmigo solo las palabras que merezco. El mercader aceptó pensando que volvería a ganar.
Todo estuvo listo para la nueva prueba.Cuando Hermoso tenía que tirar de los carros, Amir le tocó la cabeza con una flor de loto y le pidió:Hermoso, ¿podrías hacerme el favor de jalar estos cien carros?
Hermoso obedeció de inmediato y con gran facilidad los desplazó.
Incrédulo, el mercader pagó las dos mil monedas de oro. Quienes presenciaron la sorprendente muestra de su fuerza llenaron al buey de mimos y obsequios. Pero más que el dinero Amir apreció la lección de humildad y respeto que había recibido.
Leyenda de Bután.
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